Segundo día de movilización en Kyoto
200 manifestantes y 400 policías marchan por las calles de Kyoto.
Ayer día 26 Junio dio comienzo oficialmente la reunión de los ministros de asuntos exteriores de los países miembros del G8 en la ciudad de Kyoto. Al igual que el día anterior, los diferentes grupos y colectivos anticapitalistas de la ciudad se movilizaron en contra de dicho evento.
Así, la jornada arrancó a las diez de la mañana con un meeting organizado por la plataforma compuesta por la red de sindicatos de Kyoto, colectivos internacionalistas, ONGs, grupos antimilitaristas y otros de carácter internacional como Attac Japón. En las diferentes intervenciones del meeting se ha apuntado sobretodo al carácter destructor de las posiciones del G8 en materia medioambiental y de políticas sociales así como el papel que juega este ente antidemocrático en materia de relaciones internacionales y militarismo.
Más tarde, a las dos del mediodía dio inicio una segunda manifestación después de la del día anterior. De nuevo, una de las consignas mas escuchadas fue “no a la cumbre que ataca el medio ambiente y genera pobreza” y se vieron camisetas donde se leía “tirar el G8 a la basura es ecologismo”. Esta vez, la presencia policial prácticamente doblaba en número a los manifestantes. Estaríamos hablando de unos doscientos manifestantes frente a cerca de medio millar de agentes. Éstos agentes estaban, de nuevo, divididos en cuatro grupos distintos. Por un lado, agentes uniformados encargados de mantener la manifestación dentro de su recorrido y dentro de un único carril de la calzada, lo que la convertía en una columna muy estrecha; por otro, agentes antidisturbios que permanecían en las esquinas de las calles por donde se iba desplazando la manifestación; un tercer grupo compuesto por agentes que, aunque vestidos de paisano, llevaban un gorro que les identificaba como policía, según nos han explicado se trata de lo que aquí llaman la policía política; y por último, un numeroso grupo de policías sociales camuflados bajo gorras deportivas, gafas de sol y mascarillas en la boca. Estos dos últimos grupos se dedicaban a andar junto a la manifestación apuntando en libretas sin ningún disimulo todo lo que iba pasando y haciendo fotos a veces a escaso palmo de las caras de los participantes en la marcha.
A pesar de la gran presencia policial, la manifestación transcurrió en un ambiente tranquilo pero combativo, e incluso, en algún momento hasta festivo, cuando un pequeño grupo de percusión se unió a la marcha. No deja de sorprendernos la media de edad de los manifestantes que estaría sobre los cuarenta y cinco o cincuenta años de edad echando así de menos la presencia de activistas más jóvenes. De igual manera nos sorprende la forma de movilización muy cercana a las formas utilizadas en los años setenta y ochenta: manifestaciones que transcurren sin prisa pero sin pausa, con cánticos monótonos y de puño en alto. También la gran cobertura mediática, hecho que nos hace pensar que una manifestación, por pequeña que sea, se trata de un evento poco habitual en la ciudad.
Por otro lado, en la propia ciudad se respira un ambiente tenso a causa de la ocupación policial que está sufriendo. Vuelo de helicópteros, policía en muchas esquinas, secretas, identificaciones en la calle… y es que la zona roja aquí no se trata de una zona amurallada, sino de una zona que comprende a media ciudad y que está tomada por las fuerzas policiales.
Después de la dos jornadas de movilización en Kyoto las siguientes citas serán en Tokyo a partir del día 28 de junio.
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