Lo vinculan con Campo, firma a la que Presidencia otorgó contratos por $20 millones
Admite Roy Campos que encuestas de Mitofsky cuidan la imagen de Fox
JAIME AVILES
Roy Campos, de Consulta Mitofsky, en entrevista con La Jornada
Foto: Francisco Olvera
Consulta Mitofsky, la firma de Roy Campos, de cuyos estudios de opinión pública depende en mucho la credibilidad de Televisa, presenta cada mes informes que "miden" -y reportan invariablemente alta- la aceptación del presidente Vicente Fox. Hace días, la nota correspondiente a mayo fue de 6.8, cifra que el vocero de Los Pinos, Rubén Aguilar, consideró "excelente".
-¿Por qué siempre saca buenas calificaciones Fox?
-Porque -explicó el experto durante una entrevista, el pasado viernes, en sus oficinas de la colonia Nápoles- a la gente lo primero que le pregunto es qué piensa de Fox. En una encuesta, toda pregunta está inducida por la anterior. Entonces, si yo pregunto mil cosas que hagan enojar al encuestado, cuando le pregunte la evaluación de Fox me va a contestar enojado.
-¿Estas mediciones son para la Presidencia o para Televisa?
-Para Televisa, porque Presidencia no nos ha contratado para una sola encuesta en este año -aseguró, y sus palabras quedaron registradas en una grabación que obra en poder de este reportero.
De acuerdo con Compranet, la página electrónica que da cuenta de las adquisiciones del Ejecutivo federal, entre 2002 y el 6 de enero del año en curso la Presidencia de la República otorgó contratos por 19 millones 234 mil 468 pesos con 80 centavos a otra empresa cuya razón social -Consultores Asociados en Mercadotecnia Publicidad y Opinión (Campo) SC- evoca el apellido paterno del hombre que todos los meses da a conocer sus encuestas, sobre los candidatos y sobre Fox, en el noticiero estelar de Televisa.
El contrato más reciente tiene la clave CIN-010-017-06; la "fecha de suscripción" es del 6 de enero de 2006 y el "importe total" asciende a 5 millones 914 mil 230 pesos con 80 centavos. Pero en Compranet aparecen tres pagos más en favor de Campo SC: uno, en 2005, por 4 millones 133 mil 838 pesos; otro, en 2004, por 6 millones 794 mil pesos cerrados, y un tercero, en 2002, por 2 millones 392 mil 400 pesos con cero centavos, todo lo cual suma 19 millones 234 mil 468 pesos 80 centavos.
Campo SC cuenta con oficinas en avenida México 198, colonia Santa Cruz Atoyac, delegación Benito Juárez, y cuando uno llama al número telefónico 5601-5680, registrado en Compranet, y pregunta por Roy Campos, la recepcionista, que se muestra desconcertada al principio, termina indicando que se hable al 5543-5969. El pasado viernes, al término de la citada entrevista, Roy Campos entregó a este reportero una tarjeta de visita, estampada con el emblema de Consulta Mitofsky, la dirección del lugar donde se había desarrollado el diálogo -Georgia 38, colonia Nápoles, CP 03810- y el mismo teléfono proporcionado por la recepcionista de Campo SC: 5543-5969.
A raíz de una investigación desarrollada a lo largo de varias semanas, este diario descubrió que en Campo SC trabajan tres supervisores: Enrique Guzmán, Manuel Arias y Rubén González.
-Así que entre tus supervisores tienes a un famoso cantante -se dijo a Campos.
-¿Cuál?
-Enrique Guzmán. Y también los "famosos gordos" -añadió el entrevistador aludiendo a Manuel Arias y Rubén González.
Roy Campos sonrió de buen grado.
-Ah, los tomatitos -dijo, y negó-: no, desde 2000 ya no están con nosotros. En la empresa (Consulta Mitofsky) somos 17, somos dos socios, yo y Marcelo Ortega, y tenemos una estructura muy vertical; después de nosotros dos aparecen cinco o seis directores y unos cinco o seis analistas. Y eso es toda la empresa.
-¿Y los demás son encuestadores eventuales?
-Todos los demás son encuestadores, sí.
Horas después de la entrevista, el propio viernes por la tarde, el reportero se trasladó a las oficinas de Campo SC y preguntó por Enrique Guzmán, cuya extensión telefónica en el conmutador interno, según consta en una hoja de papel bien visible, es la número 15, así como por Manuel Arias y Rubén Mendoza, nombres igualmente escritos en la misma hoja de papel. Pero ninguno de los tres estaba porque eran las tres de la tarde, hora de comer.
Decenas de jóvenes muy jóvenes llenaban solicitudes de trabajo para optar por un puesto de encuestador. Y para asombro del reportero, uno de ellos, que ya había sido contratado en ocasiones anteriores, dijo después de pedir el anonimato por obvias razones:
-Cuando salimos a encuestar nos dan dos credenciales, una de Consulta Mitofsky y otra de Campo. En algunos lugares Mitofsky ya está muy quemado. Por eso nos dicen: aquí vamos a trabajar como Campo, o aquí saquen la de Mitofsky; eso siempre depende de la zona.
Las encuestas no influyen
Alberto Roy Campos Esquerra, hombre simpático y de trato suave, que se ufana de haber estudiado dos carreras y cuatro maestrías -"todas en México; yo, como López Obrador, tampoco he salido mucho del país y no pude aprender inglés bien"-, recibe al equipo de La Jornada en un pequeño salón, ocupado por una amplia mesa redonda y "decorado" con un espejo enorme, que parece la ventana de una cámara de observación de Gessel.
Al reconstruir la breve historia de las encuestas prelectorales en México, que fueron usadas por primera vez durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari -quien "estaba convencido de que si hubieran existido en 1988 nadie habría impugnado su triunfo por una ventaja de 15 puntos sobre (Cuauhtémoc) Cárdenas"-, Campos Esquerra las defiende a capa y espada.
-Dices que las encuestas son lo que le da certeza a los procesos electorales, pero ¿no crees que en esta elección la serpiente se empieza a morder la cola y las encuestas se vuelven fuente de conflictos? -se le preguntó.
-Sí -admitió-, pero no por culpa de las encuestas; las encuestas en sí no generan problemas. Pueden generarlos cuando los políticos las usan como armas, cuando las toman de pretexto para afirmar que influyen a los votantes, pero eso no es cierto: la encuesta no influye al votante, lo que influye al votante es la campaña electoral.
El reportero pone sobre el tapete algo que se sabe pero no se dice: a finales de marzo, las principales casas encuestadoras se confabularon para "subir" a Felipe Calderón.
-Alguien me contó -le dijo a Campos- que un grupo de encuestadores se está poniendo de acuerdo para emparejar los resultados.
-Si vieras las reuniones que tenemos entre nosotros -ironizó el experto-, no podemos ponernos de acuerdo en nada, ni siquiera en qué fecha levantar (información). Son reuniones metodológicas. Hace poco yo pedí una porque pensé que nosotros (los encuestadores) estábamos abonando el ambiente de crispación, atacándonos entre nosotros. Y no, en una campaña política el encuestador no tiene por qué ser protagonista.
Al explicar por qué aceptó hablar con La Jornada, Roy Campos admitió que hoy en día los encuestadores tienen "más exposición y al que más aparece más le pegan". Agregó que, en esa medida, él contesta todas las cartas que le mandan sus lectores, entre los cuales recordó con especial interés a Manuel Patiño, con quien sostuvo un intenso debate, hasta que, resume, "dejé de discutir con él porque su problema no era que mis encuestas estuvieran mal, sino que él era fanático de López Obrador y la información que yo publiqué no le convenía".
Sin credibilidad, encuestas de Mitofsky, por estar mal hechas, asevera experto
JAIME AVILES
Si para Roy Campos, presidente de Consulta Mitofsky, las encuestas se vuelven fuente de conflictos porque "los políticos las usan como armas" contra sus adversarios, para Manuel Patiño, experto en estadística, demoscopía y cibernética, el problema reside en que "están mal hechas" y por eso, agrega, han perdido credibilidad.
"Veo con preocupación que esto forme parte de los preparativos de un fraude electoral cibernético, muy fácil de hacer y muy difícil de descubrir. Por eso yo insisto en que los partidos políticos deben exigir que se les permita revisar las bases de datos del Instituto Federal Electoral (IFE) para descartar que las fuentes del sistema operativo estén limpias de algoritmos que puedan alterar el conteo de los votos", subrayó.
Con más de 22 años de experiencia en la creación de programas de computación y diseño de encuestas sociales para dependencias del gobierno federal -reconoce que trabajó para Carlos Salinas en el Programa Nacional de Solidaridad y para Carlos Rojas en la Secretaría de Desarrollo Social-, Patiño descalifica con argumentos científicos los ejercicios más recientes de Mitofsky, María de las Heras, GEA-ISA y El Universal.
Luego de que Mitofsky publicó su encuesta de abril, cuando, por primera vez en este proceso, Felipe Calderón salió arriba de Andrés Manuel López Obrador, Manuel Patiño observó que Roy Campos había cometido un "sesgo", léase una falta metodológica, para alterar el resultado. Y le mandó un correo electrónico. "Le dije, con mucho respeto, que había encuestado a 49 por ciento de personas de nivel medio y alto, y a 51 por ciento de nivel bajo, lo que no refleja la composición del país", cuenta.
Campos le contestó que había usado "los estándares admitidos por la AMAI" (Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado). "Yo -agrega Patiño- entré a la página de AMAI, busqué su metodología y vi que sus estándares son otros. Para que una encuesta sea válida, la población consultada de nivel alto y medio debe representar 36 por ciento y la de nivel bajo 64 por ciento. Volví a escribirle a Roy y me contestó: 'yo estoy hablando de votantes probables: en toda la muestra, los de nivel alto y medio son 49 por ciento, pero si les preguntas cuántos van a votar se reducen a 36 por ciento, y eso que se ajusta a lo que pide AMAI'."
Patiño le escribió una vez más: "Roy, me estás vacilando". Y entonces, continúa, "me dijo que en esa encuesta usó el método de 'apreciado'. ¿Y ése cuál es?, le pregunté. 'Mando a mis encuestadores a que se fijen en el entorno y me digan qué nivel socioeconómico tiene la gente'. Eso es subjetivo, no tiene validez, le reviré. Y él cerró el debate diciendo: 'lo que pasa es que eres fanático del Peje'. Pero la historia no terminó allí. Le escribí a Federico Arreola y le platiqué todo. El se lo informó a López Obrador y éste se lo dijo a Joaquín Ló-
pez Dóriga en el programa de Televisa".
A consecuencia de todo esto, concluye Patiño, en mayo Roy Campos "encuestó a 42 por ciento de nivel medio y alto, y empató a López Obrador con Calderón. Mitofsky y Televisa han perdido toda seriedad, esos métodos no son científicos", afirma.
-¿Qué opinas de María de las Heras? ¿Sus resultados son confiables? Ella también empató a López Obrador con Calderón.
-María de las Heras trabaja para el PRI. Su cliente es (Roberto) Madrazo. En su encuesta de mayo, Calderón cae tres puntos y dice que eso equivale a perder 700 mil votantes, pero también dice que López Obrador sube medio punto y que también equivale a 700 mil votantes. ¿Dónde está la seriedad? ¿Por qué cada punto de Calderón vale 233 mil votos y medio punto de AMLO 700 mil?
-¿Y qué te parece la última encuesta de El Universal?
-Me da ganas de llamar a un detective.
-¿Por qué?
-Porque se le desapareció mucha gente. En la de marzo, López Obrador tenía 38 puntos y en mayo bajó a 29, o sea que perdió nueve. Pero en marzo Calderón tenía 25 puntos y en mayo subió a 31, o sea, ganó seis. Pero, también en marzo, Madrazo tenía 21 puntos y en mayo bajó a 18, o sea, perdió tres. Si López Obrador perdió nueve y Calderón subió seis, ¿adónde se fueron los tres restantes? No a Madrazo, que también perdió tres. ¿Se volvieron todos independientes, o más bien los recortaron para bajar artificialmente a López Obrador y subir a Calderón?
-¿Y cómo ves la encuesta de GEA-ISA, del viernes pasado, que da nueve puntos de ventaja a Calderón?
Patiño no vacila en afirmar:
-Está fuera de toda lógica, escapa a todas las tendencias. No digo que fue inventada, sino que parece haber sido pensada por un ente racional que vive en los cerebros de todos los habitantes del país. No hay diferencias sensibles en los segmentos de población que encuestó. Dice que las personas de 17 años tienen las mismas expectativas que las de 35 y las de 50. Eso no refleja para nada la diversidad de una población, al contrario, uniforma todos los criterios.
-Se dice que en marzo los principales encuestadores se pusieron de acuerdo para inflar a Calderón, y eso coincide con los análisis que me has compartido. ¿Qué significa esto?
-Veo -dice Patiño-, con mucha preocupación, que esta conducta forma parte de los preparativos de un fraude electoral. Este puede ser un fraude cibernético, muy fácil de hacer y muy difícil de descubrir. Yo insisto en que los partidos políticos deben exigir que el IFE abra su base de datos y les permita revisar sus fuentes para saber si allí hay algoritmos llamados ponderadores, que pueden eliminar un porcentaje importante de los votos para López Obrador.
Ninguna revisión ni auditoria a encuestas de Mitofsky: Campos
JAIME AVILES
En la segunda parte de la entrevista concedida a este diario, Roy Campos reconoce que las encuestas políticas realizadas por Consulta Mitofsky no son sometidas a una revisión o auditoría externa inmediata para corroborar la veracidad de los datos que esois sondeos reportan. "Tenemos nuestro propio sistema de supervisión", explica el especialista, de cuyos sondeos demoscópicos depende en mucho la credibilidad de la empresa Televisa.
"Hay supervisión directa e indirecta. La primera la hace un supervisor que viaja con los encuestadores para ver que el trabajo se haga; luego hay un proceso que se llama de revisitas, y es el supervisor que revisita entre 10 y 15 por ciento de las viviendas (donde se efectuó la muestra), pero no se vuelve a hacer el cuestionario, sólo se revisa que se haya hecho la entrevista, no se repite toda la batería de preguntas, nada más se corrobora", abundó.
Alberto Roy Campos Esquerra, imagen de Televisa en el mundillo de los sondeos demoscópicos, aceptó en la primera parte de un largo diálogo con La Jornada que al medir la aceptación social de Vicente Fox, sus encuestas cuidan la imagen del titular del Ejecutivo federal, cuyo gobierno, a lo largo del actual sexenio, ha otorgado contratos por más de 19 millones de pesos a otra firma vinculada con el presidente de Mitofsky: Consultores Asociados en Mercadotecnia Publicidad y Opinión (Campo) SC, según consta en la página electrónica Compranet, que registra las adquisiciones de la Presidencia.
Certeza es dinero
Empresas como Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma, o la red de tiendas de 24 horas Oxxo, invierten sumas astronómicas en encuestas comerciales que realizan casas especializadas en ese tipo de estudios, como Bimsa, una de las más prestigiosas del mercado. Pero, como reveló una investigación, Bimsa somete los datos de sus encuestas a la revisión de firmas como Velmarc o Certeza, que determinan la exactitud de cada muestra.
Velmarc, explicaron fuentes que pidieron anonimato, "tiene una escala de uno a 10 para calificar un cuestionario contestado. Si te encuentran cinco malas, tu entrevista se descarta. Si tienes uno o dos errores, te la aceptan diciendo que te equivocaste de buena fe y los corrigen. A las empresas grandes les importa mucho que esas encuestas sean precisas, porque con base en ellas van a arriegar muchísimo dinero".
-¿Y las empresas que hacen encuestas políticas tienen auditoras externas?
-Ninguna -contestaron las fuentes-, las políticas buscan crear opinión y para eso no necesitan comprobar nada.
En sus oficinas de Mitofsky, Roy Campos escucha la misma pregunta:
-¿Mitofsky tiene auditores externos?
-Todas las empresas que pertenecen a la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación en Mercado (AMAI) pasamos por un proceso de certificación de calidad; eso significa que hay empresas externas que entran a nuestras oficinas y nos revisan todo, incluso archivos, email, documentación, facturación, y cada año nos certifican que en ninguno de los proyectos que tengamos nos alejamos de las normas. Y eso es importante porque al que no cumple lo sacan de AMAI.
En esa especie de cámara de la industria de las encuestas hay, estimó Roy Campos, 41 empresas, de las que "solamente 7 u 8 se dedican a la opinión pública".
-¿Pero tú no terminas una encuesta y se la das a un auditor externo?
Fue entonces cuando habló de su "propio sistema de supervisión", antes que el reportero le hiciera ver que las revisiones de AMAI son a toro pasado y se hacen una vez que el resultado de un sondeo produjo un efecto político.